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3 minutos de lectura
Lidia Loher

El mundo actual está realmente saturado de mensajes de publicidad, algo que hace complicada la función del marketing, haciendo que las empresas se enfrenten a un reto con muchos matices: llamar la atención y mantener ese interés en el público, que pueden convertirse en clientes.

Con este contexto tan competitivo aparece una tendencia que busca no solo el destacar, sino también crear una conexión más grande con los consumidores: el mindful marketing. Para algunas personas, este término sonará muy lejano e, incluso, los más escépticos desconfiarán de este conocimiento.

Sin embargo, os pedimos que leáis con atención este artículo para entender realmente su trasfondo, ya que, aunque no se aplique de manera total, sí trae ciertos pensamientos necesarios para mejorar un ambiente un tanto hostil. Acompáñanos a descubrirlo.

Qué es el Mindful Marketing

Comenzamos hablando sobre realmente qué es esta nueva forma de afrontar este mundo. El Mindful Marketing, o también llamado Marketing Consciente, es una estrategia que se basa en la idea de promover productos y servicios de una manera ética, teniendo en cuenta factores como el propio bienestar de los consumidores, pero también el impacto que se tiene en la sociedad y en el medio ambiente.

La principal diferencia con el marketing más tradicional es que el fin de este se basa en aumentar las ventas o maximizar las ganancias (al menos, que las acciones sean realmente rentables), mientras que el Mindful Marketing pretende crear una conexión más profunda con los valores de los clientes.

Los fundamentos del Mindful Marketing

Tras una breve explicación sobre qué es, llega el momento de explicar cuáles son los fundamentos más importantes para determinar la estrategia.

Responsabilidad Social

Si ya hablamos sobre Responsabilidad Social Corporativa, el Marketing Consciente se centra en la responsabilidad social como principio clave. De esta manera, las empresas que buscan comenzar con esta forma de ver los proyectos, asumen la responsabilidad que sus acciones provocan, teniendo en cuenta que se busca una contribución positiva.

Algunos ejemplos de ello se pueden traducir en programas de responsabilidad social empresarial o la propia inclusión de prácticas de producción sostenibles.

Verdad y transparencia

De manera obvia, una de las claves es la transparencia. Las empresas que deciden adoptar este tipo de manera de hacer las cosas, ponen mucho esfuerzo en demostrar su honestidad, especialmente a la hora de comunicar o tomar acción.

En la práctica, esto se podría traducir en la sinceridad de lo que se comparte, explicando todas las fortalezas pero también debilidades. De la misma manera, se deberá reconocer y tener la voluntad de mejorar, asumiendo errores e impactos negativos en contra de los valores de la empresa.

Empatía y comprensión

Por último, otra de las bases está relacionada con la empatía hacia los consumidores. Las mismas empresas buscan entender lo que los clientes necesitan y saber qué les preocupa, no tanto desde un punto de vista comercial (hace poco escribimos sobre el beneficio que los datos puede traer a la estrategia), sino que se traduzca en la resolución de problemas reales.

¿Es realmente necesario el Mindful Marketing?

A pesar de que cada vez es más común, todavía existen voces discordantes que señalan esta opción como una estrategia de relaciones públicas que busca una limpieza de imagen de las empresas, siendo su compromiso muy poco real y su impacto realmente irrelevante.

Lo cierto es que esto depende de cada empresa, y es fácil comprobar si el compromiso es real o tan solo una fachada, ya que se ve en cada acción que se toma. En Dodepecho creemos que la sola aparición de este tipo de movimientos ya crea una conciencia sobre problemas importantes.

Además, el añadir este tipo de valores a tu empresa siempre traerá beneficios más allá de los monetarios, y es que el cliente cada vez busca marcas que compartan su mismo pensamiento y preocupaciones.