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5 minutos de lectura
Lidia Loher

Desde la aparición de Internet, este revolucionó de forma total la forma que tenemos de acceder y compartir información en soluciones que antes no podían ni ser planteadas. Así, antes de su llegada, la información estaba limitada a ciertos formatos, como los medios de comunicación tradicionales o libros especializados.

Sin embargo, el surgimiento y la difusión del uso de Internet abrió un mundo de posibilidades para todas las personas, permitiéndoles acceder a una cantidad prácticamente infinita de datos e ideas a tan solo unos clicks de distancia.

¿Qué ha supuesto esta democratización?

Esta liberación ha traído diferentes beneficios a la sociedad. Y es que, aunque para las generaciones actuales ya es algo normalizado, tan solo hay que echar la vista atrás para entender de qué manera Internet ha facilitado el acercamiento a una humanidad más equitativa.

Disminuyendo barreras

Comenzamos con una de las contribuciones más grandes de la digitalización, y es la capacidad que ha supuesto para superar barreras, tanto geográficas como temporales. Si pensamos en el pasado, incluso en el más cercano, muchas veces para conocer información relevante era necesario estar en el lugar adecuado en el momento crucial.

No obstante, en la actualidad, cualquier persona con una conexión a la red puede alcanzar la comunicación que necesita sin importar su ubicación geográfica.

Niños con un ordenadorEsto se puede extrapolar a un ejemplo muy sencillo con el que podemos comprobar el impacto de esta democratización. Un estudiante en un pequeño pueblo rural que quisiera investigar un tema específico optaba a la biblioteca local con un número limitado de libros, si existía; o debía utilizar un medio de transporte para consultar en localidades cercanas.

Si pensamos en hoy, ese mismo estudiante podrá llegar a bases de datos, recursos académicos, millones de libros y estudios de investigación tan solo entrando en Internet, pudiendo ser incluso sin moverse de casa. De esta forma, Internet ha disminuido esas barreras geográficas y ha nivelado el acceso a la información de las personas.

Dar un altavoz a quien no lo tenía

Otro aspecto realmente importante de esta democratización del acceso a la información es la posibilidad de empoderar a aquellas comunidades marginadas o aisladas. Antes, las voces de estas comunidades eran con frecuencia silenciadas, ignoradas o apenas representadas en los medios de comunicación tradicionales.

De esta manera y con Internet apareciendo y expandiéndose globalmente, estas comunidades han podido descubrir una plataforma en la que expresar libremente su testimonio, compartir su experiencia y buscar unión a su lucha a través de sus propias razones.

Las redes sociales, por ejemplo, han derivado en una poderosa herramienta para amplificar el clamor de las personas que han sido excluidas en la sociedad. A través de sus vivencias, pueden dar a conocer injusticias y conectar con otros que sufren situaciones similares alrededor del mundo. Esto ha desembocado en movimientos sociales y el surgimiento del activismo en línea.

Acercamiento a la enseñanza

El acceso a la formación y al conocimiento es otra de las grandes virtudes de esta era. En el pasado, la posibilidad de educación estaba restringida a las instituciones oficiales, derivando que solo pudiese acceder a ella las personas que pudiesen permitírselo, tanto en términos de dinero como de tiempo para acudir a clase.

Ahora, existen millones de recursos educativos en línea que difunden el conocimiento de manera gratuita y que cualquier persona puede consultar para aumentar su saber si así lo requiere. Este gran cambio ha efectuado un gran impacto en las comunidades desfavorecidas y en los países en vías de desarrollo, permitiendo una educación de calidad de una manera más fácil.

Las plataformas de contenido

En este proceso de democratización del acceso a la información, las plataformas de contenido han sido una pieza clave para entender su evolución. Entre estas, podemos encontrar algunas tan grandes como Wikipedia o Youtube, aunque también entrarían las redes sociales antes mencionadas, como Facebook o Twitter.

Así, Wikipedia revolucionó la forma de obtener información. Su creación abrió la posibilidad de que cualquier persona pudiese aportar su sabiduría, tanto para lo bueno como para lo malo. Gracias a miles de voluntarios a lo largo de los años que han colaborado en crear un gran repositorio, hoy en día es una de las más consultadas.

Por otro lado encontramos a Youtube, un espacio para creadores de contenido de todo el mundo donde se pueden encontrar vídeos de todo tipo: conferencias, tutoriales, humor, reviews, información…

Aún así, es importante remarcar que la veracidad y la calidad de la información en Internet no siempre es la adecuada, y es que uno de los mayores desafíos es la lucha contra las “fake news” y cómo esta desinformación cala en la sociedad sin que se contraste cada cosa que se lee.

Queda mucha mejora

A pesar de todos estos beneficios, hay que tener en cuenta no solo el camino que aún queda por delante en esta democratización real, sino también los nuevos problemas que han surgido en esta era y que suponen ahora auténticos retos a combatir.

La brecha digital, por ejemplo, es uno de los mayores obstáculos para conseguir la verdadera democratización de la que hablamos en este artículo. Todavía existen millones de personas en el mundo que no disponen de acceso ilimitado a Internet, por razones relacionadas con la economía, la infraestructura necesaria o el propio conocimiento tecnológico. Esto imposibilita una igualdad de oportunidades real y esa transformación digital es importante para lograr el objetivo de la equidad efectiva.

Por otro lado, encontramos los grandes problemas de la privacidad y la seguridad en línea. La inclusión de internet en nuestra vida diaria ha significado el compartir información personal y datos importantes como algo normal. Para luchar contra ello, es importante trabajar en la educación por la ciberseguridad, teniendo claro qué es lo que nunca debería estar en Internet. También se debería legislar en torno a ello, con una regulación adecuada y actualizada a estos nuevos desafíos que persiga todo aquello delictivo.

Como conclusión, se podría echar la vista atrás y apreciar el avance y todo lo bueno que internet ha traído para la democratización del acceso a la información, fomentando una sociedad más justa y equitativa. Pero, si queremos continuar con esta evolución, se debe seguir trabando en estos desafíos que ayuden a llegar al objetivo real.